Recibir la noticia de que nuestro hij@ tiene discapacidad intelectual suele ser un momento duro. De repente se rompe la imagen del hi@o futuro que teníamos en nuestras retinas. Muy probablemente no sepamos en qué consiste la discapacidad intelectual o tengamos una idea errónea de lo que es, lo que hace que nuestra ansiedad y miedo aumente aún más.

 

¿Qué va a ser de mi hij@?

Es la primera pregunta que nos viene a la cabeza. ¿Cuál es su futuro? ¿Qué va a pasar? Y es humano que sea eso lo primero en lo que pensemos. Prácticamente a nadie le gusta vivir en la incertidumbre, los seres humanos necesitamos saber qué pasará para sentir que controlamos la situación y estar tranquilos.

Aunque hayáis recibido un diagnóstico, sigue siendo el mismo niñ@ con un montón de posibilidades por delante. Llegaremos igualmente a un futuro cierto, solamente necesitaremos unos apoyos en el camino.

Cada caso es distinto, por supuesto, y es lógico sentir miedo, pero por suerte hoy día hay una gran red de apoyo y trabajo en torno a las personas con discapacidad intelectual. Tenemos una imagen de estas personas de una época en la que no existía la atención temprana, no había tantos avances científicos en cuanto a tratamientos psicológicos, nadie explicaba a las familias cómo debían estimular a sus hijos/as y la comunidad escolar aún no estaba preparada para estos casos. Esto es diferente hoy.

 

¿Qué debo hacer yo?

  1. Pasa el duelo. Puedes estar triste si así lo sientes. Tienes derecho a tu tiempo de duelo, a llorar el futuro y la incertidumbre. Hazlo y apóyate en las personas de tu alrededor pero, no olvides que no debes estancarte en estos sentimientos. Respétate un tiempo para el dolor y, cuando lo sientas, sacúdete las heridas y empieza a OCUPARTE de la situación.
  2. Ocúpate, busca apoyos para tu hij@. Un psicólogo, un logopeda, un terapeuta ocupacional, un centro de atención temprana… Acude a un profesional para que trabaje con tu hij@ su desarrollo. Ellos te guiarán, te darán pautas, te resolverán todas las dudas que tengas. Un buen profesional te dará su mano para que juntos transitéis el camino.
    Pregunta en asociaciones, hay muchísimos recursos para vosotros (apoyo para el empleo, pisos tutelados, centros especiales de empleo, oposiciones, centros de día…)
  3. Habla con el colegio. Es otro pilar importante con los que tendrás que coordinarte.
  4. Pregunta, no te quedes con dudas. Tanto en las asociaciones como en el colegio o servicios sociales podrán informarte de ayudas económicas, recursos y opciones que pueden serte útiles. Pregunta sobre eso, sobre la discapacidad intelectual, sobre los distintos procedimientos. Pregunta sobre todo aquello que sientas que necesitas saber.

Ante todo, lo más importante que debes hacer es seguir viviendo la vida con alegría y serenidad. Sigues teniendo a tu hij@, una persona con muchísimas capacidades por descubrir. Nada ha cambiado, todos somos diversos, no lo olvides.

Y si todo esto te cuesta, no dudes en acudir a un psicólogo. Deja que alguien te ayude a volver a sonreír.

Igualmente, si vives en Málaga y buscas un Centro de terapia para personas con diversidad funcional, no dudes en contactar con nosotros.

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